LA ASCENSION DEL HOMBRE

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            Nuestra Tierra, el Planeta azul, es el escogido por DIOS Padre. Este planeta ha sido elegido para convertirse en la Tierra Divina sobre cuya superficie debe ocurrir la Cristificación del Mundo.

            Esto quiere decir: tomar la identidad del HIJO de DIOS,  asemejarse a El, porque DIOS nos ha hecho a imagen Suya (¡y esto será pronto!).

Este planeta es el regalo que el Padre hace a Su HIJO Jesucristo, para ser el REY DIVINO y reinar sobre Su Planeta azul. Jesús pasó por el Sufrimiento de la CRUZ, hasta Su MUERTE.

            La Cruz se hizo la llave que nos abrió el PARAISO PERDIDO a causa de los pecados de todos los hombres, representados en UNO SOLO: ADAN, porque él es el modelo de los pecadores, así como Jesús es la Perfección. El hombre ha querido, en total libertad, escoger la CARNE en lugar del Espíritu que DIOS le ofrecía. La CARNE, con todos sus pecados, de los cuales los siete principales son los siete pecados capitales: el orgullo, la avaricia, la lujuria, la envidia, la gula, la ira, la pereza… De ellos derivan todos los demás pecados.

            Después de 6.000 años, los hombres han multiplicado sus pecados, olvidando la SANTA PROMESA DE DIOS: “Yo regresaré para reinar sobre Mi Tierra y Mi Reino es un Reino eterno. Mi Reino no tendrá fin”. Palabra de Jesucristo.

            ¡Pero el hombre no ha mejorado…! Y he aquí que pronto sonará la trompeta que anuncia “la Venida del Salvador Universal”. ¿Estamos preparados? No, porque la mayoría aún cree que se trata de una fábula destinada a mantener el miedo en el Mundo, a fin de ejercer una falsa PAZ entre los hombres de la Tierra. Mas, en la hora actual, cuando el hombre ha decidido volver su mirada hacia el pasado, él no ve que guerras, masacres, atentados… robos y violaciones en serie… hambrunas y enfermedades de todo género… la pobreza llegando hasta la última miseria (y para algunos a la MUERTE)… y riquezas adquiridas por algunos, sin vergüenza, llegando hasta el incomprensible PODER del DINERO, que suscita, con estos dos anticristos, el desequilibrio del Mundo.

            A causa de todo este MAL, que DIOS Solo ha visto llegar, Jesucristo, por Su Santa Cruz, que por sí sola podía conjurar ese MAL maldito, pide a Su Pueblo cristiano –FRANCIA- dirigirse a Su Iglesia para hacer elevar su CRUZ, de la misma altura que el Gólgota, donde JESUS nos ha dado SU VIDA: 738 metros. Esto ocurrió en el año 1972, cuando Jesús se dirige a Su Humilde Sierva Magdalena y, por 6 años, hasta 1978, Su Mensaje fue retransmitido cada vez al Obispo del lugar, que no lo tuvo en cuenta: más bien se burló.

            La Iglesia, con su negativa a DIOS, ha dejado al Mundo hundirse en este caos, que debía llegar, si no se elevaba la CRUZ del “Arrepentimiento Mundial” en ese lugar, DOZULÉ, que el Padre Eterno había escogido para salvar al mundo entero de todos los trastornos y catástrofes que habrían de venir. Nosotros seguimos viviendo, con todos los países del Mundo, esta predicción de Nuestro Señor Jesús que, ¡ay de mí! no ha excluido a ninguna NACION…

            Esta Cruz, pedida por el Mismo Cristo a Su Iglesia, representaba el más grande exorcismo para frustrar los planes de Satanás, que desea la muerte de todas las almas.

            Después de 1972, somos como el Pueblo Hebreo, en camino hacia la Tierra Prometida. Allí, encontraremos la Tierra Nueva y los Cielos Nuevos, y DIOS nos hará habitar con EL. Ya no habrá más muerte, ni llanto, y la PAZ existirá para todos. Ellos (los Hebreos), permanecieron 40 años en su desierto… ¿y nosotros? ¿Cuándo tendremos la alegría de vivir en esa Tierra Nueva? Por el momento, y después de 1972, nosotros caminamos en medio de todos estos desórdenes, hacia la única meta que nos consuela: hacia la Tierra Prometida… ¿Aunque fuese también con aquel castigo de 40 años…? Pero nosotros ya podemos percibir la esperanza y el AMOR que nos espera, como el hijo pródigo, porque DIOS siempre se encuentra delante de nosotros para abrirnos Sus Brazos. Tomando como referencia a San Pablo en la Biblia (1 Tesalonicenses, 4, 15-18):

 

(15): “Ved pues lo que os decimos como PALABRA DEL SEÑOR: Nosotros los vivos, los que estemos todavía al tiempo de la venida del SEÑOR, no precederemos a los que murieron.

(16): Porque el SEÑOR mismo, a la señal dada por la voz del Arcángel y al son de la trompeta de DIOS, bajará del Cielo y los muertos en Cristo resucitarán primeramente.

(17): Después nosotros, los vivos, los que estemos hasta la venida del Señor, seremos arrebatados juntamente con ellos, entre nubes por los aires, al encuentro del Señor. Y para siempre estaremos con el Señor.

(18): Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.

 

            San Pablo ha visto a los vivos elevarse hacia DIOS, como fue el caso en la Asunción de la Virgen María, con Su Cuerpo y Su Alma (dogma definido por Pío XII el 1º de noviembre de 1950). Elevación milagrosa y presencia corporal de la Virgen María en el Cielo después de Su Muerte, o más bien, Su Dormición.

            Así, tal como nos lo describe San Pablo, vemos a las personas que aún vivan para la época del Regreso Glorioso de JESUS a la Tierra de los hombres, los elegidos todavía vivos, ir a Su Encuentro, volando como los ángeles. Esta es una METAFORA (es decir, un modo de expresión que consiste en dar a una palabra el valor de otra que tiene cierta analogía con la primera).

            Nuestra Ascensión no es tampoco la elevación milagrosa de Jesucristo al Cielo, cuya fiesta se conmemora el jueves 21 de mayo de 2009: la Ascensión de Jesús.

            Entonces, ¿cómo ascenderemos nosotros?

           

JESUS me responde: “¡En un santiamén! En menos de un segundo… y sin cambiar de lugar, vosotros ascenderéis”.

           

¿Qué nos dice JESUS? (en una oración, dada en Navidad, mientras yo estaba en cama con fiebre).

“Dulce Jesús Crucificado,

perdón por todas nuestras ofensas pasadas, presentes y futuras.

Perdón por todo nuestro egoísmo.

Perdón por todos nuestros hermanos”.

 

            ¿Qué nos dice MARIA? (la misma tarde de Navidad, hace ya algunos años).

                                              

1.      “Madre de la Esperanza”

2.      “Madre Misericordiosa”

3.      “Madre del Emmanuel”

4.      “Jesús no debe llorar más”

5.      “Madre de los Ángeles”

6.      “Ayudadnos a consolarle mejor”

7.      “Haciéndonos mejores, perfectos y generosos”

8.      “Madre del Divino AMOR, Madre Querida”

9.      “Amadnos”

10.  “En el Corazón de Tu Divino Jesús. Amén” †

 

Jesús y María, en estas dos Plegarias nos dicen lo que hace falta hacer y cómo ser para elevarse hacia DIOS permaneciendo en el sitio. Cómo ascender, elevarse hacia otro plano, más alto.

            Debemos liberarnos de TODOS NUESTROS PECADOS: así estaremos preparados para ascender hacia DIOS, porque son nuestros pecados los que nos impiden elevarnos y hacernos como DIOS nos desea, para vivir con EL, y ésta es la condición primordial:

 

MEJORES – PERFECTOS – GENEROSOS,

 

porque tenemos en nosotros el peso de los pecados, somos pesados: nuestras almas no pueden elevarse.

DIOS no va a castigar a unos más que a otros. Es nuestro Padre. Por eso, El todavía tiene Paciencia. Pero El nos ha prevenido… y, durante este tiempo de espera, los acontecimientos se suceden, cada vez más fuertes. Es la limpieza del planeta y al mismo tiempo, de las almas (purificación larga o rápida, según la concepción que el hombre tenga de este estado), porque la Libertad siempre es reflejada al alma recalcitrante del pecador. Entonces DIOS usa de Su Santa Paciencia y permite así la conversión de Todos Sus hijos, porque todos nuestros sufrimientos contribuyen a ayudar al hombre en su elección de lo que es mejor, hasta que se hace puro como un niño pequeñito.

Vi en mi primer sueño que me encontraba en espera delante de la encrucijada de dos plazas de donde llegaban hacia mí, de cada lado: de derecha y de izquierda,  adorables niños radiantes de santidad, bellos como Ángeles, vestidos de blanco y de rojo (pureza y Amor). Me decían: “¿Adónde vamos? ¿Lo sabe? ¡Sabemos solamente que hay que venir aquí y luego acercarnos a una señora que nos espera!”.

            Yo les respondí: “Sí, mis pequeños. Yo también he sido convocada a venir aquí, y debo esperaros para conduciros a un cierto lugar… ¡Pero, ni siquiera yo sé a dónde… y debemos esperar… todavía…!

            En el segundo sueño, yo estaba en mi casa con mi hijo, el más joven, que en ese sueño estaba aún soltero, listo para partir, sin saber a dónde… Yo corría por todas partes para reunir mis efectos personales para una salida bastante rápida. Le digo a mi hijo: “¿pero no estás listo? ¡Apresúrate! Voy a hacer el café para el camino...” Me respondió: “En primer lugar, todavía no es mi turno… para irme contigo… y en cuanto al café para tu camino, no lo necesitas. Serás muy rápidamente llevada al lugar adonde debes ir”. Y yo miré por la ventana y le dije: “Mira todas esas señoras vestidas de negro que me están esperando ya…sobre los escalones de la iglesia… todas ellas están vestidas austeramente, de negro”. Yo comprendí, entonces, que los que debían ser llamados con mi hijo, eran los adultos, pero aún jóvenes, los más numerosos, los últimos, porque entre ellos se encuentran asimismo, los más renuentes en relación a las dos categorías que debían ser llamadas en primer lugar: los niños y las personas mayores. En ese tercer grupo donde se debían encontrar las personas de mediana  edad -ni muy jóvenes, ni muy ancianos– se encontraba mi hijo.

            En estos sueños, esta partida, donde ninguna persona está más informada que yo, se llama nuestra propia ascensión -¿para ir adónde?- hacia nuestra Tierra Nueva con todos los vivos de la Tierra, los Cielos Nuevos con todos los vivos del cielo. Será en ese preciso momento cuando veremos descender hacia nosotros la Jerusalén Celestial… DIOS entre nosotros…la Iglesia Celestial con todos nuestros Santos del Cielo, que vienen a unirse a los Santos de la Tierra. Esta miríada de Ángeles y de Santos acompañando a Aquél a quien Todo Ojo verá: JESUCRISTO, el Emmanuel, DIOS entre los hombres: “quien Me ve, ve a Mi Padre”. Dios Eterno está en Su Hijo, a quien nosotros esperamos con Su Santísima Madre MARIA, y que vendrá, tal como El nos lo ha prometido, a esta Tierra Nueva, Pura como el Cielo, porque la espera para volver a ver a Nuestro Salvador, corresponde exactamente al Tiempo Tope, cuando los hombres serán hechos semejantes a un campo liberado de minas, de todas esas monstruosidades que asesinan. Es decir, que nuestras almas serán irreprochables (puras), porque ellas ya no contendrán más pecados (acabados los obstáculos), esos pecados horribles que matan las almas a fin de causar horror a la Santa Pureza de DIOS, que no puede entonces acercársenos todavía. El Sufrimiento, así como la Bondad, es una gran Misericordia de Dios.

            Calculado el tiempo que os falta para purificaros, seréis entonces informados sobre el lapso de tiempo que os resta para volver a ver al Señor, Rey del Universo, que viene con todo el cielo, para reinar finalmente sobre la Tierra, Don del Padre, porque el HIJO y el PADRE son ellos dos, con el ESPIRITU SANTO, el Único y solo DIOS, que viene a reunir, en ese Gran Día de Fiesta de Gloria Universal,

 

Todas las religiones del Mundo en Una Sola y Única Religión Universal,

La Religión del AMOR,

porque cuando el AMOR TRIUNFE, habrá Igualdad por todas partes,

porque DIOS ES AMOR

y el AMOR une TODO y a TODOS con la misma LEY,

porque no habrá más que una SOLA LEY,

aquella que JESUS Nuestro SEÑOR nos ha dado:

 

“AMAOS los unos a los otros como Yo os amo”

 

y así vuestro AMOR SERA también el MIO,

aquél que vuelve a Mí.

Como el Espíritu Santo une el HIJO al PADRE y el PADRE al HIJO,

todos vosotros seréis unidos al DIOS Único y VERDADERO.

 

            Cuando comprendáis – y aceptéis – Mi LEY-AMOR, será entonces el momento en que el pecado, aún aquél que vosotros llamáis “pequeño pecado”, habrá desaparecido para siempre.

            La Tierra, en ese instante, habrá entonces ascendido; será elevada hacia DIOS, con todos sus hijos puros, porque el AMOR purifica, os hace mejores, perfectos y generosos. Quiere decir que la Tierra asciende con sus hijos, sin cambiar de lugar. Significa que se eleva con sus hijos que ya han adquirido la identidad de DIOS. La Tierra Nueva con sus hijos,  también se hizo pura y digna de recibir a DIOS. Ella subió en la Gloria de DIOS con sus hijos hechos semejantes a DIOS.

He aquí la Tierra Nueva que recibe a los Cielos Nuevos, con JESUS, con la Jerusalén del Cielo. MARIA Santísima, los Santos, los elegidos del Cielo, con los Santos Ángeles, van a reencontrarse. Este será el reencuentro en los aires, anunciado por San Pablo.

MARIA, en Su Pureza y Su Humildad, retiene Su Auxilio. Ella lo conserva para esos días de desamparo, en que el hombre no habrá tomado en consideración la Santa Libertad que DIOS le ha dado para regresar a Él.

Los Hombres han utilizado esta libertad para alejarse de DIOS, a causa de la Tentación que ejerce SATANAS sobre todo el planeta. Los hombres ya no pueden  salir de la red que ellos mismos se construyeron con sus pecados cada vez más numerosos. Y SATANÁS espera el fin del Tiempo actual para retirar una red llena de pecadores ganados a su causa, porque los pecados de los hombres forman la barrera entre DIOS y la Humanidad.

Así como el Tiempo de DIOS llega más rápido de lo que los hombres piensan, María del Perpetuo Socorro - que es la “Gracia escondida por DIOS” - acude en ayuda de los hombres, Sus Hijos.

Nuestro último Socorro es la Santa Gracia de Dios, que es MARIA. Ella abunda en el Corazón de María, porque los pecados sobreabundan hoy.

MARIA devela todo Su Secreto: Yo soy la Inmaculada Concepción, porque Mi Concepción es Inmaculada, exenta de toda impureza proveniente de un hombre. Yo soy la Madre de DIOS y la Madre de los hombres, título que Mi Hijo JESUCRISTO me ha dado al pie de Su Santa Cruz, al confiarMe a Juan, Su Santo Apóstol.

 

Yo SOY el Camino y la Puerta del Cielo

 que DIOS tomó para hacerSe Hombre.

Y el Verbo se hizo Carne para habitar entre los hombres.

Todos los hombres deben servirse de la misma Puerta

para volverse Hijos de DIOS, a imagen de DIOS.

 

            Si el Espíritu tomó esta Divina Puerta para hacerSe Sangre, la Sangre debe tomar esta misma Puerta para hacerse Espíritu Santo.

            “Vosotros debéis renacer del Espíritu para reuniros con DIOS”, dijo JESUS a Nicodemo… MARIA nació sin pecado, porque MARIA nació del Espíritu Santo del Padre.

“Oh, MARIA, concebida sin pecado,

rogad por nosotros que recurrimos a Vos”.

 

            MARIA no ha sido manchada por el hombre pecador, porque Ella fue concebida sin pecado. Ninguna impureza proveniente de un hombre se encuentra en Su Sangre, que es también la Sangre de DIOS hecho Hombre.

 

Ella es el VASO VIRGINAL que ha contenido la Sangre de DIOS.

Ella es el SANTO GRIAL, el Único Cáliz de Salvación

que contiene la Sangre de DIOS,

esa Sangre divina que debe salvar al Mundo pecador,

porque esa Sangre es virgen de todo pecado.

 

            La Santa Libertad que Nuestro Padre de los Cielos ofrece a cada hombre para recorrer el mundo, hasta su retorno a DIOS, ha sido mal empleada. El hombre ha traicionado a DIOS equivocándose. Y ya el Tiempo que le fue otorgado, va a acabarse muy pronto. La malicia de Satanás ha usado del mismo Tiempo para tender sus redes a los hombres atraídos por la Tentación del Maligno; se precipitaron hacia todos estos pecados que, ahora, hacen barrera a la luz de DIOS. Y levantaron un muro entre DIOS y los hombres pecadores. Para ser lavados de todos estos pecados, para que este muro caiga rápido - porque llega el Tiempo de DIOS - hace falta una gran Purificación.

            DIOS abre el Corazón Inmaculado de MARIA, que jamás ha conocido el pecado.

Como en la Santa Misa,

Ella es el Santo Grial de la última Misa sobre la Tierra,

así como Ella lo fue para la primera Misa.

Ella posee la Sangre preciosa del PERDON y de la PAZ.

Ella es el Santo Cáliz que contiene esa Sangre preciosa:

la preciosa Sangre de Cristo.

Es la misma Sangre divina que Ella dona a JESUS…

¿Cómo puede Ella no ser Divina?

MARIA es el DON precioso de DIOS, el último auxilio de los pecadores.

 

“Oh MARIA, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos”.

 

En este Tiempo en que el pecado sobreabunda,

la Santa Gracia de DIOS, que pasa a través de MARIA,

abunda sobre todos los pecadores,

que La llamarán con la convicción de Su gran Amor maternal.

 

“Oh MARIA, SANTO GRIAL de la preciosa Sangre de Cristo, sed nuestro Auxilio”.

“Oh MARIA, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos”.

 

            Nuestro Santo Padre Juan Pablo II, nos ha salvado a todos del Armagedón al consagrar y dedicar de manera muy especial a todos los pueblos de Rusia a Su Corazón Inmaculado (con todos los obispos)1, porque él conocía el Secreto del SANTO GRIAL y el poder que podía otorgar…

            Eliminad vuestros pecados y veréis vuestra Tierra Nueva que ya está lista.

            Cuando Nuestro Señor Jesús me dijo: “Cada uno de vosotros tiene dentro de sí, la fecha de Mi Retorno Glorioso a vuestra Tierra”, yo he comprendido hoy que esta fecha es aquella en que todos los hijos de DIOS, todos nuestros hermanos, hayan eliminado y rechazado para siempre, todos sus pecados… hasta el último pecado.

            Y para apresurar ese Día, Jesús llama en nuestro auxilio a Su Santa Madre… porque el Día de Su Retorno corresponde, igualmente,

 

al Tiempo de DIOS y a la VIDA sobre la Nueva Tierra,

así como al FIN del Tiempo de los hombres pecadores.

 

            Será necesario que la Humanidad espere el Retorno del Salvador Universal, JESUCRISTO, en un continuo tiempo

 

de VERDADERA CUARESMA,

de eliminación de TODOS SUS PECADOS,

de alejamiento de TODA TENTACION.

 

            Para ascender hasta la quinta dimensión, para ver a DIOS descender con la Jerusalén Celestial, es preciso esperar este estado de Purificación, así todo Ojo verá a DIOS.

            La Humanidad todavía vive en la tercera dimensión y se apresta a salir hacia la cuarta, que es el trampolín para la quinta. Los pecados lo impiden y, desgraciadamente, para ciertos seres humanos será imposible acceder a esta dimensión superior…

 

JESUS:

            Yo te he llamado JNSR, porque tú has sido escogida para anunciar Mi Regreso en Gloria.

Jesús Nuestro Señor Regresa.

Y en aquél Día, los estandartes se elevarán en alto,

como se elevaron los ramos de olivo para festejar

LA PASCUA DEL SEÑOR

Esa será la Santa Resurrección de toda la Humanidad.

Amén. †

La Santa Venida en Gloria de Jesús.

El Retorno del Hombre a DIOS.

 

    

 

 

 

 

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La Virgen María ya había predicho en Fátima: “Finalmente, Mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre Me consagrará a Rusia, que se convertirá”. Los años pasaron, Jacinta y Francisco murieron por la gripe española, Lucía ingresó al Carmelo. El 29 de mayo de 1930, ella hace saber que “El Buen Dios promete poner fin a la persecución en Rusia” si el Papa y los obispos consagran a Rusia. Muchas consagraciones fueron hechas (la primera el 31 de octubre de 1942, por Pío XII) pero por prudencia diplomática, Rusia nunca fue nombrada…

El 13 de mayo de 1981, Juan Pablo II se desploma en la Plaza de San Pedro, víctima de un atentado, una bala en el abdomen. Una ola de indignación se alza en el mundo. El atentado tuvo lugar el día aniversario de Fátima, y esto no escapó a la atención del Santo Padre. En su lecho de enfermo, él requirió toda información conocida acerca de los acontecimientos de Fátima. Al salir del hospital le es ofrecida una estatua de Nuestra Señora de Fátima, por Monseñor Paul Hnilica, a quién él confía: “Paul, en estos tres meses, he llegado a comprender que la única solución a todos los problemas del mundo, para librarlo de la guerra, del ateísmo y del abandono de Dios, es la conversión de Rusia”.

El Papa Juan Pablo II hace dos consagraciones del mundo al Corazón Inmaculado de María, una en Fátima, el 13 de mayo de 1982, y otra en Roma, el 25 de marzo de 1984. Pero, para la del 13 de mayo de 1982, las cartas enviadas a todos los obispos del mundo, invitándoles a unirse al Papa en esa consagración, llegaron muy tarde, y los prelados no pudieron unirse a la ceremonia. Y, Rusia no fue nombrada. El 25 de marzo de 1984, en la fiesta de la Anunciación, delante de la basílica de San Pedro en el Vaticano, al pie de la estatua de la Virgen peregrina llevada especialmente desde Fátima por helicóptero, S.S. el Papa Juan Pablo II renovó la consagración, precisando: “consagramos y ofrecemos de manera muy especial a todo el pueblo de Rusia a Su Corazón Inmaculado”.

El 13 de mayo (¡nuevamente!) de 1984, los satélites de observación americanos registraron una fantástica explosión en el arsenal soviético de Severomorsk cerca de Mourmansk (a 70 km de Noruega). Esta era la principal base de avanzada de la temible armada de guerra soviética. El periódico Le Monde del 12 de julio de 1984 dice: “la explosión ha dejado a la flota soviética inoperante…”.

Tomado del libro  La Rose de Notre Dame, Félicien, Ed. Mambré

y de T. Tindal Robertson, Fátima, Rusia y Juan Pablo II, Ed. Tequi, página 137.